Con la reafirmación del derecho de versión y la equiparación de los partícipes en la tutela de sus versiones respectivas, la
Licencia general de traducción recuerda el vínculo de identidad existente entre la libertad de expresión y del derecho al idioma propio. A continuación, la
Licencia de ejecución que abre la Carta introduce una reforma democrática del derecho de autor, por la que la tutela indvidual se somete voluntariamente a la voluntad general, expresada en el sufragio de los partícipes. En todos los países, en todos los idiomas, la utilización de la marca de autor In3activa
® en versiones pivadas del Contrato general garantiza la aplicación universal de los principios y procedimientos de esta Carta.
En un nuevo mundo donde los pueblos son llanuras, sus historias, ríos que corren hacia la mar y los idiomas, fronteras naturales, los traductores son mediadores, a la vez artífices del diálogo entre naciones y garantes del derecho más preciado de todos los pueblos: la libertad de expresarse en el idioma propio. Éste es un pacto universal al que están convocados todos los individuos, sin tener en cuenta su condición, su procedencia ni su idioma.